(José Reyes Guillén. 1921 - 2015)

Nuestro Padre,
estamos seguros, así lo hubiera querido, pues fue un hombre tremendamente
agradecido. Agradecido sobre todo a su pintura, que fue la que en definitiva le
dio la vida y su razón de ser, como persona, esposo y Padre.
Todo el que quiera visitar o contemplar algo de su ingente obra, ya sabe donde acudir (www.reyesguillen.es), o dirigirse a cualquiera de sus hijos, que muy gustosos les atenderemos.
Ojalá que el legado de su pintura, como decía nuestro Padre: “resuene divinamente en nuestro corazón.”
Un Abrazo.
Pedro Reyes Cerezo
(p.reyes.cerezo@gmail.com)
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